Carta de Marco.
Queridos compañeros y compañeras, amigas y amigos
Después de un breve paréntesis de dos meses en la cárcel de Coira, como consecuencia de la ejecución de la penalidad (diez años de Coira en 1981) con régimen penal común (trabajo común ; socialidad ; bajo jurisdicción y control de la cárcel coloquios sin cristales con permisos negados solamente a personas ex-detenidas, las llamadas telefónicas y la correspondencia fluida y sin restricciones) a fines de marzo fui nuevamente transferido a la de máxima seguridad de Pfäffikon de nuevo con régimen judicial común. El pretexto fue un aumento de las probabilidades de fuga, motivado oficialmente por el escrito de la magistrado de instrucción Wiederkehr con nuevas pruebas, adquiridas después del cierre en diciembre de 2002, de la investigación, y que consiste en la milésima y hasta ahora última pericia balística (por la división científica de la policía urbana de Zurich en colaboración con la policía italiana, a 14 años del hecho en cuestión) que finalmente ha dado resultados positivos. La verdadera razón parece ser la orden informal del EM de Zurich, Weder (FM competente para mi caso y responsable del área de la famosa Wiederkehr), socialista (o ex-) así como reivindicador público de la tortura en el proceso penal, que vió en una transmisión (como consecuencia del interés provocado por la amplia solidaridad internacional y nacional por el que suscribe) de la televisión nacional suiza, que se agitó una toalla desde una ventana de la cárcel de Coira en saludo a la manifestación delante de la cárcel el 9 de febrero pasado, y por ello ha deducido una gran facilidad para la fuga. Así después de semanas de incertidumbre sobre mi situación entre varias dependencias (EM, dirección de cárceles de Zurich, cárcel de Regensdorf y de Pfäffikon, juez de instrucción) la investigación fue reabierta por la última de ellas, que todavía hoy, pescando en Italia en los ambientes de la policía y en las vicisitudes judiciales ya juzgadas en juicio y por mí descontadas, está a la búsqueda de ulteriores apuntalamientos para asegurar la construcción acusatoria.
Es muy reciente la comunicación que el proceso delante del tribunal de los jurados estaría prevista para el 1 al 19 diciembre de 2003, una anomalía antes de la finalización del suplemento de investigación y del levantamiento y presentación de un acta de acusación. Por reclamo de la defensa, el EM comunicó que nos estaría permitido, con acuerdo de Wiederkehr, pedir el establecimiento de un término provisorio al tribunal de los jurados en vista a las serias probabilidades de una absolución sobre la acusación. La realización del término dependería obviamente de la realización, dentro del período válido, de una absolución y de un acta de acusación, y dependería también de la duración del procedimiento de admisión de la misma y de la toma de posición del acta. Este proceder se encuadraría en el interés de la celeridad del procedimiento penal, y en consecuencia en el interés del que suscribe y obviamente no tendría un carácter de prejuzgamiento (sic !). Al restauro de la detención judicial le siguió el restauro de la jurisdicción de la magistrado sobre las comunicaciones. La detención judicial en régimen común no implica el aislamiento y la privación total o casi total sin la vestimenta propia, sin acceso al gimnasio y con la prohibición de tener máquina de escribir y computadora en la celda y otras privaciones del régimen de máxima seguridad, pero de todos modos, el aislamiento interno y hacia el exterior y un régimen de detención con carácter invivible, sin espacios recreativos, de sociabilidad, de formación, por otra parte habitual en toda Suiza como medio principal para levantar autoacusaciones, sobre las cuales se basa la mayoría de las condenas de los tribunales suizos.
En la judicial de Pfäffikon, estructura restaurada y de máxima segura, el tratamiento y el "clima" general está orientado hacia el respeto de la persona, de la cultura, y a una decencia higiénica en general y de las celdas (individuales, dobles o triples en tres pisos para alrededor de 80 detenidos en total) y a la ausencia de violencia física sobre el detenido. Está la perenne clausura en la celda, que tiene una sola puerta integralmente blindada, con excepción de 1 hora de aire, para el segundo y tercer piso en una pequeña jaula conjunta sobre el techo de alrededor de 6x10x3 mts. con mesa de ping pong y metegol, y para la planta baja + el primer piso en un segundo patio interno más amplio con metegol y media cancha de basket ; hay trabajo para alrededor de 5 detenidos (en el 2do. piso donde estoy alojado) en un laboratorio y para los otros en celda ; hay acceso en cambio del aire, a la celda arreglada como gimnasio una vez a la semana para un máximo de 5 detenidos.
A esto se agrega la variadísima tipología de los detenidos y de las acusaciones y los períodos de permanencia, en general breves, que son un ulterior grave obstáculo y que hacen imposible una real socialización (con excepción en alguna medida por afinidades étnicas) y una real continuidad social/relacional. Las breves permanencias caracterizan también una estructura sanitaria débil orientada a las postergaciones (libertad/penales + equipados). Los encuentros (se desarrollan exclusivamente con cristales excepto para los abogados, asistencia social/religiosa, etc.), las llamadas telefónicas (solo excepcionalmente) y la correspondencia están bajo jurisdicción de las dependencias de investigación, y la correspondencia está controlada directamente por estas oficinas, donde al menos parcialmente es sistemática la entrega de los envíos.
Situación personal : Después de una serie de idas y vueltas entre EM, dirección cantonal de las cárceles y juez de instrucción de Zurich, a partir del reclamo y pedido a quien fuera responsable del levantamiento de la prohibición de los encuentros no familiares, oficialmente la responsabilidad sería de la juez. De hecho, sin embargo, desde hace tiempo la dirección de cárceles de Zurich (como también en Regensdorf en 1981 contra el que suscribe, otro compañero detenido y el movimiento) adopta la discutible medida de no admitir visitas política y socialmente afines a los detenidos de la resistencia, "si participaron en las manifestaciones delante de las cárceles". Para la correspondencia, la juez hasta ahora no ha dispuesto nuevamente las restricciones precedentes en modo oficial, y al principio llegó algo de correspondencia no estrictamente familiar que hacen suspender temporalmente una evaluación. Hasta ahora fue entregada regularmente la prensa incluso del movimiento/política en todas los idiomas. En cambio, volvieron tiempos exhorbitantes para la traducción y entrega de la correspondencia familiar en italiano con un mínimo de 15 días y la correspondencia que no sea en idioma alemán llega después de un mínimo de un mes de la fecha de envío aunque sean casi siempre textos brevísimos tipo postales ; ahora ya pasaron algunas semanas que incluso este flujo mísero parece haber terminado. Por lo tanto, hay que suponer que mucha correspondencia en idiomas que no sean alemán no será traducida/entregada o no obstante canalizada en lo que queda de tiempo para que haya de nuevo y de hecho un bloqueo y casi total eliminación incluso de esta última efectiva comunicación afectiva y política mediata e indirecta, después de la completa eliminación de cualquier comunicación inmediata y directa aún con los familiares. Por idoneidad (limpieza) y larga detención judicial, después de algunos meses en mi primer detención en esta cárcel fui asignado al trabajo de sección. Por lo general, se comparte con otro detenido (tres días de trabajo y tres de descanso), con el "privilegio" de la celda abierta durante las ocho horas de trabajo por días. El trabajo consiste en la limpieza del pasillo, del paseo, de las duchas, de las celdas cuando se vacían, de la cocina, el lavado de los platos y en calentar o preparar las viandas que llegan preparada desde otra cárcel Cuando llegué a fines de marzo fui reasignado al mismo trabajo, que además del "privielgio" de la celda abierta durante las horas de trabajo, comporta el privilegio de una celda con más espacio y amueblada, preparada precisamente para el trabajador de sección.
El "segundo" trabajador (en términos de antigüedad) ocupa una celda individual "normal" también abierta durante sus turnos de trabajo. Con los otros detenidos que están siempre encerrados, este trabajo no comporta un mayor aislamiento u otra cosa. Resumiendo, la detención judicial en Suiza comporta, no obstante y siempres sin "atenciones particulares", un régimen de aislamiento altamente aflictivo y destructivo en términos físicos, psíquicos y relacionales/sociales, obviamente aún más grave en el caso detención judicial prolongada/larga detención precedente/personas con particulares problemas sociales o de salud psico-física.
Comunicado di Marco, Pfäffikon, fin de mayo de 2003
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